A partir de los 6 años, los dientes de leche empiezan a caer y aparecen las piezas definitivas. Generalmente, nuestra dentadura nos acompaña durante toda nuestra vida, facilitándonos la alimentación y el uso de nuestra zona bucodental. Para que esto ocurra, necesitamos cuidarlos de manera correcta y evitar que puedan verse afectados por nuestros malos hábitos.
Malformaciones, caries, roturas y/u otros problemas pueden estar provocados por estos malos hábitos que pueden poner en peligro nuestra estética y salud bucodental. En ocasiones, estos hábitos se mantienen tan instaurados y normalizados en la sociedad que resulta difícil reconocerlos, dejar de practicarlos y/o cambiarlos por otros mucho más beneficiosos. No obstante, es importante tenerlos en cuenta para generar beneficios en nuestra salud bucodental.
Son 9 los que rescatamos, como más habituales, de una larga lista de malos hábitos.
9 malos hábitos que afectan a la salud de nuestros dientes
1-Beber bebidas azucaradas en exceso
Los refrescos, los preparados y/u otras bebidas azucaradas se encuentran en cualquier mesa de nuestro país. Su consumo se ha normalizado en los últimos años, a pesar de los efectos nocivos que producen para nuestra salud.
Conocemos una larga lista de desventajas del consumo de estas bebidas. Su afectación en nuestra dentadura es, sin embargo, una de las menos conocidas.
Cuando consumimos este tipo de bebidas, sus altos niveles de azúcares y elementos ácidos quedan depositados sobre nuestros dientes, lo que producen la erosión del esmalte. Por si esto fuera poco, la exposición dental a estos azúcares favorece la aparición de caries, lo que puede generar problemas de gravedad derivados de este efecto.
Aunque podemos disfrutar, de manera ocasional, de la toma de un refresco, posteriormente deberemos realizar una limpieza bucal adecuada que permita eliminar todos estos elementos de la placa.
2-Masticar cubitos con los dientes
Los dientes son las piezas externas más duras de nuestro organismo. Nos sirven para poder masticar los alimentos que ingerimos, lo que resulta imprescindible para facilitar su deglución y su digestión. No obstante, encontramos algunos elementos cuyas características no son especialmente beneficiosas para su masticación. Es el caso de los cubitos de hielo.
Especialmente si son grandes y sólidos, los cubitos de hielo cuentan con una alta dureza que puede provocar traumatismos en las piezas dentales, especialmente si poseen coronas y/o empastes. Además, sus bajas temperaturas pueden resultarnos molestas en caso de padecer sensibilidad dental.
3-Abrir paquetes y/o botellas con ellos
La función principal de los dientes es la de masticar los alimentos que ingerimos. A pesar de ello, son muchas las personas que usan su dentadura para otros usos, como abrir paquetes y botellas. Aunque a primera vista puede resultar funcional, lo cierto es que produce un impacto negativo en nuestros dientes, llegando incluso a fracturarlos.
4-Morder y/o masticar otros alimentos de especial dureza
No solo ocurre con el hielo; pelar pipas con los dientes, morder granos de palomitas de maíz y/u otros alimentos con especial dureza, puede provocar fracturas en los dientes, especialmente si han sido reconstruidos artificialmente.
5-Tomar café y té en exceso
El café y el té, tomados en exceso, pueden dotar a nuestros dientes de un tono amarillo que empeorará, con mucha probabilidad, la estética de nuestra sonrisa. Aunque puede evitarse con una limpieza adecuada, es importante seguir las recomendaciones de ingesta y no consumir más de la cantidad diaria recomendable.
6-Morderse las uñas
Son muchas las personas que tienden a morderse las uñas con los dientes. Aparentemente, se trata de una tarea relativamente sencilla e inocua, debido a la fragilidad de las piezas que recubren la parte superior de nuestros dedos. No obstante, basta con hacerlo de manera constante para experimentar sus efectos nocivos; las bacterias de las uñas acceden a nuestro organismo a través de la boca, causando problemas infecciosos de diferente índole. Además, los dedos pierden su estética y pueden sufrir heridas.
Las causas que nos llevan a mordernos las uñas son muy dispares: la experimentación de estrés y/o ansiedad, miedos e incluso placer. Existen diferentes tratamientos para evitar realizar esta acción. Resulta muy recomendable abandonar este hábito para conseguir unos dientes sanos y una salud libre de infecciones.
7-No acudir al dentista
Generalmente, somos conscientes de la necesidad de acudir al dentista cuando existe una afectación bucodental que nos molesta. No obstante, las visitas al dentista deben ser rutinarias, aún cuando no exista ningún problema bucal aparente.
Se recomienda acudir a la consulta del dentista dos veces al año, con el fin de revisar el estado de nuestros dientes, detectar posibles problemas y realizar las limpiezas oportunas. Esta es una de las mejores maneras de prevenir enfermedades bucodentales y mejorar su salud.
Los niños también deben acudir al dentista desde etapas tempranas, aunque no cuenten, todavía, con sus piezas dentales definitivas. El dentista pediátrico podrá orientar acerca de cómo y cuándo lavar los dientes de los más pequeños, previniendo problemas que, en caso de aparecer, pueden estar presentes a lo largo de su desarrollo.
8-No realizar los lavados dentales recomendados
La higiene bucodental es el requisito más importante para cuidar nuestros dientes y conseguir una boca sana. Se recomienda realizar tres lavados dentales al día, coincidiendo con las principales comidas realizadas.
Ahora bien; deberemos saber cómo limpiar nuestros dientes en casa, para que este hábito resulte lo más beneficioso posible.
- Realizar la limpieza entorno a unos 20-30 minutos después de haber ingerido alimentos: Algunos de los alimentos que ingerimos contienen una alta concentración de elementos ácidos, que quedan depositados en muchas de las zonas de nuestra boca. Deberemos esperar a que estos ácidos se neutralicen para evitar esparcirlos por las piezas dentales.
- Debemos usar un cepillo adecuado a nuestras características bucodentales, evitando cerdas demasiado duras y presiones excesivas en el momento del cepillado. Este proceso debe durar alrededor de 3 minutos.
- Las herramientas de limpieza dental deben ser las adecuadas. Saber elegir entre un cepillo manual y/o eléctrico puede mejorar nuestra salud bucodental. El cepillo debe ser cambiado por uno nuevo tras unos tres meses de uso.
9-Realizar limpiezas dentales incompletas y/o deficientes
No más importante que realizar tres lavados bucodentales diarios, resulta saber cómo deben ser estas limpiezas. Para ello, además de un adecuado cepillo y pasta dental de calidad, deberemos usar hilo dental y enjuague bucal.
La función principal del hilo dental es eliminar cualquier resto de alimento depositado entre las piezas dentales, especialmente cuando existe separación suficiente que permita su almacenamiento.
El enjuague bucal, por su parte, elimina las bacterias de los dientes y de las zonas bucales que alcanza, lo que produce niveles superiores de limpieza. Basta con enjuagar la boca con 5 ml de producto durante 30 segundos, para mantenerla lo más limpia posible.
La totalidad del proceso debe durar aproximadamente 7 minutos y es especialmente importante cuando existen enfermedades bucodentales y en caso de poseer Brackets y/u otros correctores físicos.
Además, acudir al dentista para realizar limpiezas bucales profesionales mejorará, todavía más, nuestra higiene dental.
Conocer estos 9 hábitos frecuentes nos permite evitar su realización, con el objetivo de mejorar nuestra salud bucodental y conseguir la sonrisa más bonita y sana posible. En Clinica Dental Blanc ofrecemos un trato familiar y unas técnicas avanzadas, cuyo resultado avala los más de 30 años de experiencia. Conócenos con una primera consulta gratuita.