5 cosas que debes saber sobre la aparición del primer diente de tu bebé

Aunque la aparición de la dentición infantil no es una ciencia exacta, el primer diente del bebé suele aparecer entre los 6 y los 12 meses. Los primeros en asomar suelen ser los incisivos inferiores; los superiores suelen ser los siguientes, seguidos del resto de piezas dentales. A los 30 meses, muy probablemente ya cuente con todos sus dientes.

No obstante, y al contrario de lo que pueda parecer, la salud de la boca del bebé debe empezar antes de la aparición de ese primer diente, y continuar a medida que vaya asomando su dentadura. De esta manera, además de potenciar una correcta salud bucodental desde el nacimiento, será mucho más sencillo establecer unos correctos hábitos de higiene bucal, con altas probabilidades de continuarlos en el futuro.

Presionar ligeramente las encías desde el nacimiento, con una toalla limpia y humedecida y/o con elementos destinados para tal fin permite realizar una limpieza de encías aún cuando el primer diente todavía no haya hecho acto de presencia. Esta práctica, además de limpiar la boca de nuestro bebé, aliviará los dolores previos a la dentición. Posteriormente, y con la salida de sus dientes, la higiene dental debe ir adaptándose poco a poco en función de la edad, introduciendo para ello otros elementos específicos de higiene dental infantil.

5 cosas que debes saber sobre el primer diente de tu bebé

El primer diente ha llegado y lo ha hecho acompañado de muchas dudas. ¿Cómo lo limpio? ¿Debo usar pasta dental? ¿De qué tipo? ¿Cuántas veces se recomienda realizar el cepillado?

Los siguientes aspectos permitirán esclarecer todas las dudas acerca del cuidado dental infantil.

1-Masajear las encías es siempre recomendable, también tras la aparición del primer diente.

Aunque el primer diente de nuestro bebé ya haya traspasado la encía y quede a la vista, es recomendable seguir masajeando las encías. Los alimentos mantienen contacto con toda la cavidad bucal, no solo con el diente que ya asoma. Por ello, y aunque deberemos prestar atención a la pieza dental, no deberemos olvidar la higiene bucodental general.

Además, este masaje puede aliviar la inflamación de encías y el dolor que acompaña al proceso de dentición, por lo que posee doble beneficio. Ofrecer objetos fríos para que el bebé muerda puede, también, propiciar un alivio de estas molestias.

2-A partir de los 6 meses, podemos introducir el flúor en su higiene dental

El flúor es uno de los elementos usados en la higiene dental, pues sus beneficios ayudan a prevenir el desgaste del esmalte y todas las enfermedades asociadas a ello. A partir de los 6 meses, podemos introducir este elemento en la salud bucodental de nuestros bebés.

Existen pastas dentales que contienen la cantidad de flúor recomendada para cada edad. Los niños de 0 a 3 años deben usar pasta dental con 1000 ppm de flúor, usando una pequeña cantidad (similar a un grano de arroz) en cada lavado. La cantidad de flúor aumentará a un máximo de 1450 ppm entre los 3 y los 6 años.

3-Es recomendable lavar los dientes 2 veces al día

La mañana y la noche son los momentos ideales para realizar la higiene bucodental, también en los más pequeños. Este debe realizarse después del desayuno y la cena, siendo este último el más importante.

4-Los collares de ambar no son recomendables

Son muchos los bebés que lucen collares de ambar en sus cuellos. La cultura popular defiende la idea de que estas piedras alivian los dolores derivados de la dentición, y por ello deben estar en contacto con la piel del bebé.

No obstante, no existe evidencia científica que demuestre que estas piedras sean beneficiosas para aliviar las molestias derivadas de la dentición infantil. Además, la presencia de collares en el cuerpo del bebé entraña algunos peligros, como posibles cuadros de asfixia y/o estrangulamientos, por lo que no resultan elementos efectivos ni recomendables.

5-El odontopediatra: Nuestro gran aliado

La salida del primer diente es el momento ideal para realizar la primera visita a nuestro centro odontológico de confianza. Las revisiones dentales en los primeros años de vida resultan fundamentales para poder detectar problemas en la dentición y abordarlos desde las fases iniciales. Las revisiones deben darse periódicamente, aún cuando no existan problemas evidentes en la salud bucodental de los más pequeños.

Por todo ello, la salida del primer diente de nuestro bebé demanda nuestra atención y cuidado. Tener en cuenta estos 5 aspectos nos ayudará a mantener una boca infantil sana y limpia, así como a establecer unos buenos hábitos de higiene que le acompañarán a lo largo de toda su vida.

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