Resulta relativamente habitual referirnos a nuestra dentadura cuando hablamos de salud bucodental. No obstante, debemos tener en cuenta que nuestros dientes no son los únicos habitantes de nuestra boca. Las encías, la lengua y el resto de cavidad bucal también poseen su importancia a la hora de favorecer una salud bucodental óptima. En especial, la lengua resulta clave para garantizar una boca sana y cuidada, debido a su alto y constante contacto con los alimentos. Tenerla en cuenta a la hora de realizar la limpieza dental resulta muy favorable, pues mejorará sustancialmente nuestros esfuerzos por mantener una higiene bucodental adecuada.
La lengua: pieza clave en la salud de nuestra boca
La lengua forma parte de nuestra boca. Sus funciones resultan muy importantes para su funcionamiento: No solo permite distribuir los alimentos por la cavidad bucal, favoreciendo su masticación; además, realiza la deglución y supone una gran facilitadora de nuestra comunicación oral.
Este músculo es el encargado de mantener contacto con todos y cada uno de los elementos que acceden a nuestra boca, especialmente la comida. Por ello, la lengua puede albergar un gran número de bacterias que pueden contaminar el resto de la cavidad bucal. Es importante, por tanto, otorgarle su importancia a la hora de realizar la limpieza bucodental, con el fin de impedir que la higiene dental se vea reducida.
¿Qué problemas puede ocasionar una mala higiene de nuestra lengua?
La lengua es pieza clave en nuestra salud bucodental, pues su ineficaz higiene puede causar un amplio abanico de molestias y enfermedades bucodentales. La proliferación de bacterias puede afectar a nuestras piezas dentales, acumulando placa dental y sarro. Además, puede causar problemas de halitosis o mal aliento, afectando significativamente a nuestra salud general, con gran impacto en nuestro funcionamiento social.
¿La lengua también debe cepillarse?
En efecto, la lengua debe cepillarse en cada limpieza dental, con el fin de eliminar el mayor número posible de bacterias e impedir que estas accedan a nuestros dientes.
El cepillado de la lengua debe realizarse como acompañamiento al cepillado de las piezas dentales. Se recomienda realizarlo tres veces al día, especialmente después de cada comida, y usando productos adecuados y homologados para ello.
Son muchos los cepillos dentales que incluyen, en su parte posterior, unas pequeñas texturas especialmente destinadas para frotar la lengua y eliminar cualquier tipo de suciedad incrustada en ella. Además, encontramos objetos concretos para ello, llamados limpiadores linguales.
¿Cómo cepillar la lengua?
El cepillado de la lengua resulta muy sencillo, a la vez que necesario. Debe realizarse en cada cepillado dental.
Para ello, deberemos cepillar la lengua, sacándola ligeramente para facilitarnos el proceso. El cepillado debe cubrir toda la superficie, evitando el desplazamiento del cepillo y/u limpiador lingual a la parte cercana a la garganta. Es recomendable empezar por la parte central, para ir cepillando los laterales. Los movimientos deberán realizarse hacia la punta de la lengua, y siempre en la misma dirección. Para ello, podemos aprovechar los restos de pasta dental sobrante del cepillado y/o enjuagar el cepillo con agua. Es importante, además, no ejercer demasiada presión, para evitar dañar la superficie de la lengua.
Tipos de limpiadores linguales
Encontramos diferentes tipos de limpiadores linguales que podemos aprovechar para mejorar la higiene de nuestra lengua y garantizar, en mayor medida, la salud bucodental.
- Cepillos con limpiadores linguales: Muchos de los cepillos que encontramos actualmente en el mercado incluyen, en la parte opuesta a las cerdas, una superficie texturizada especialmente indicada para limpiar la lengua.
- Raspadores en forma de U: son unos limpiadores linguales específicos cuya forma de U facilita la limpieza de la parte trasera de la lengua. Con ellos se controla la presión de manera sencilla, con el fin de evitar la sensación de angustia al tratar de limpiar la parte interior de la lengua.
- Raspadores en forma de T: Poseen la misma función que las anteriores, pero resultan más difíciles de controlar su presión. No obstante, son igualmente efectivos en términos de limpieza.
Clínica Dental Blanc y la higiene dental
En Clínica Dental Blanc apostamos por la realización de una correcta higiene bucodental como prevención principal de muchas de las enfermedades dentales de alta incidencia. Nuestros especialistas podrán subsanar cualquier problema y/o duda generada al respecto, así como mejorar la salud de tu boca con las mejores garantías. Nuestros más de 30 años de experiencia nos avalan. ¡Ven a visitarnos!